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Chris Isaak: "Quien se queje por ser famoso, merece recibir una patada en el culo"

Chris Isaak en Noches del Botánico 2023
Chris Isaak
Foto:
15/6/2023
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Carlos Pérez de Ziriza

El legendario músico norteamericano, eternamente comparado con gigantes como Roy Orbison y Elvis Presley, estará el 22 de junio en Noches del Botánico, formando parte de un programa doble junto al puertorriqueño Gabriel Ríos. Hemos tenido la ocasión de entrevistarle unos días antes sobre su carrera, su vida y su relación con España.

Hola, Chris. Hay una cita tuya en tu web oficial que dice lo siguiente: “Nunca he intentado sumarme a ninguna tendencia, y tampoco he tenido que salir de ninguna”. ¿Te sientes como un artista fuera de tiempo? Y en caso de que sea así, ¿te da eso una libertad mayor que a la mayoría de músicos?

No, nunca me sentí como un artista fuera de tiempo. Estoy realmente contento de estar dentro del negocio de la música y de hacer música en el momento que me toca vivir. ¡No hay mejor momento que el presente!

Cuando se habla de ti, siempre se te compara con Roy Orbison y Elvis Presley. Pero me gustaría saber si tenías muchos más referentes al margen de ellos cuando comenzaste en el mundo de la música. 

Simon & Garfunkel. Sin duda. Conocí a Paul Simon en Los Ángeles, en el transcurso de una especie de fiesta, alrededor de una mesa de comida. Le dije “la gente siempre me compara con Elvis y todos esos artistas de la primera generación del rock, pero escucho a Paul Simon tanto como a cualquier otro músico”. 

¿Hay algún disco en tu carrera del que te sientas especialmente orgulloso?

Forever Blue (1995). Estoy muy orgulloso de aquel disco porque surgió de uno de los momentos más duros en mi vida, tras haber roto con mi pareja, y me daba la sensación de que todo me salía mal. Mi exmujer me había demandado. Recuerdo que me mandaron a ver a un abogado, y cuando entré en su despacho vi allí a Axl Rose, completamente abatido. Le miré y le dije: “¿es aquí donde a las estrellas del rock nos mandan a juicio?” Me enorgullezco de haberme sobrepuesto a aquella situación tan dura para lograr extraer algo positivo de ella. Y al final terminé teniendo una buena relación de amistad con mi ex mujer. 

La fama y el cine

Un disco exitoso es como enganchar a un tigre por el rabo: es solo el principio de la diversión. 

Se puede decir que el éxito de tu canción “Wicked Game” en 1990, tras ser incluida en la banda sonora de la película Corazón Salvaje (David Lynch, 1990), fue un punto de inflexión en tu carrera. ¿Esperabas tal subidón de popularidad?

Había fantaseado con ello, como haría todo el mundo, no te voy a engañar. Pero no, no me lo esperaba. Recuerdo que mi productor, Erik Jacobsen, me decía que eso es como una carrera que, por mucho que la ganes, no te permite relajarte y disfrutar nunca, porque cuando tienes un éxito de ese calibre, inmediatamente has de subirte a un avión e irte de gira, y eso ya nunca se detiene. Un disco exitoso es como enganchar a un tigre por el rabo: es solo el principio de la diversión. 

¿Y hay peajes desagradables que te haya generado la fama? ¿Algo que te fastidie especialmente de ella? 

Pues la verdad es que no hay nada malo en el hecho de ser famoso. Y quien se queje por serlo, lo que merece que es que le den una patada en el culo. Por mi experiencia, todo el mundo ha sido encantador conmigo. Ayer estaba comiendo en un restaurante y se me acercó un chico para decirme que no quería molestarme pero que le hacía ilusión saludarme. I eso me encantó. Tengo la suerte de ganarme la vida viajando por el mundo y cantando con mis amigos. ¿Debería tener alguna queja? ¡Ni una!

Has trabajado como actor en películas como El Silencio de los Corderos (Jonathan Demme, 1991), Grace of my Heart (Allison Anders, 1996) o The Informers (Gregor Jordan, 2009). ¿Cómo entraste en el mundo del cine y cuál es la experiencia más gratificante que has tenido dentro de él?

Jonathan Demme me llamó sin conocernos de nada. Acababa de publicar un disco y me había visto en la tele. Me llamó, me preguntó si me interesaría presentarme a una audición, y lo hice. Luego me llamó de nuevo y me dijo que quería contar conmigo para una película. Yo llamé a mi hermano mayor, porque en aquel momento no tenía ni manager, y me dijo “pensaba que estabas grabando un disco”. Le respondí “eso también lo haré”. Entonces me dijo “tienes que tener ese disco hecho para la fecha tal del año tal, y no querrás ser uno de esos músicos que no son capaces de cumplir con sus plazos, ¿no?”. Con lo que le obedecí, llamé a David Lynch y le dije “no puedo hacer la peli, tengo que hacer un disco”. Era mi primera experiencia en una prueba como actor para una película, y al final fue Ray Liotta quien se quedó el papel que estaba destinado a ser mío, algo que fue mucho mejor para Jonathan Demme, desde luego. Ray Liotta era muchísimo major actor que yo. La película era Terciopelo Azul (1986). Afortunadamente, tuve suerte de volver a trabajar con Demme muchas veces después de aquello. ¿Escoger un momento? Es difícil cuando has tenido experiencias tan sensacionales actuando. He tenido mucha suerte. Bridget Fonda fue mi mujer. Conocí a Keanu Reeves, un tipo que no pudo ser más cool, encantador y sencillo, sin ninguna tontería, un chico de lo más normal. Y a Harry Dean Stanton, un actor que cuando trabajé con él y vio mi guitarra, me propuso salir en uno de mis tráileres y tocar música. Ha sido divertidísimo ser actor. 

Tu última película fue en 2008. Han pasado quince años. ¿Echas de menos el cine?

Me gusta, pero es algo que cuando me llega, lo hace sin buscarlo. Ojalá alguien me llame. Cuando lo hagan, estaré preparado. 

Es solo rock and roll

En 2022 te otorgaron el premio a toda una carrera en los Americana Honors, que entrega la Americana Music Association. ¿Cómo te sientes al respecto? 

La verdad es que no entiendo muy bien la palabra americana. Supongo que yo calificaría lo mío como rock and roll porque tiene raíces americanas, pero en realidad hay bandas de rock and roll en todo el planeta, así que yo también formo parte de eso. 

Hablando de americana como un género: ¿en qué sentido crees que ha evolucionado en los últimos treinta años? ¿Tienes algún músico favorito?

Ya te digo que no me gusta mucho la definición de americana. Sí, te puedo decir que trabajé durante años con Erik Jacobsen, que es un gran productor, con una larga historia en el rock and roll y en el pop, y también con Dave Cobb en Nashville, quien ganó también premios Americana pero tiene una historia enraizada en el rock and roll y el pop, así que no te puedo decir mucho sobre esa etiqueta. Simplemente soy afortunado por haber podido trabajar con tanta gente talentosa. 

Fuiste juez en la séptima temporada del talent show televisivo X Factor en su versión australiana, junto a James Blunt y Danii Minogue. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Descubriste nuevos talentos?

James Blunt fue divertidísimo. Danni Minogue es todavía más maravillosa en la vida real, no podía dejar de mirarla mientras estaba sentada a mi lado. Al principio pensé que los participantes del concurso no podían ser grandes artistas, pero luego me quedé alucinado de los buenos cantantes que eran algunos que solo tenían catorce o quince años, tremendamente versátiles, abordando rock and roll, baladas o hip hop. ¡Me hizo llamar a mi banda y decirles que tenemos que esforzarnos más, que hay gente muy joven que son mejores que nosotros!

España y tocar en directo

Siempre me ha encantado ir a España, es mi lugar favorito.

¿Cómo te sientes tocando en España? ¿Crees que hay una energía especial por parte del público?

Siempre me ha encantado ir a España, es mi lugar favorito. Sus gentes son cálidas y con muy buen carácter, y me recuerdan a lo mejor de la California en la que crecí. ¡Y además la comida es fantástica! Me sabe mal por los españoles cuando van a Norteamérica: la comida allí no es muy buena, aunque se sirva siempre en grandes raciones. 

¿Qué podemos esperar de tu concierto en Madrid? ¿Se centrará en clásicos de tu discografía?

Bueno, la verdad es que no vamos a Madrid muy a menudo, así que intentaré tocar cosas como “Wicked Game” o “Blue Hotel”, que seguro que la gente quiere escuchar. Me gusta escuchar al público y tratar de averiguar qué es lo que quiere oír. Me encanta tocar en directo. De hecho, nos dicen mucho que parece que nos divirtamos de verdad, porque en realidad es así. Hoy mismo estamos ensayando, y muy ilusionados, ante nuestro viaje a España. 

¿Te acompañan Silvertone, tu banda de siempre?

Por supuesto. Mi batería, mi bajista y mi guitarrista, quienes llevan conmigo ya casi cuarenta años. 

Tu ultimo disco official fue Everybody Knows It’s Christmas (2022). ¿Estás trabajando en un nuevo álbum?

Estamos en ello. Tengo un puñado de canciones en las que ya estoy trabajando y me siento como un chiquillo que tiene que hacer sus deberes. Cuando las tenga todas, volveré a escucharlas para seleccionar las 16 o 17 que me gusten más, que son las que formarán parte del disco. 

¿Qué tipo de música escuchas últimamente, aunque solo sea por placer?

He estado escuchando a Amália Rodrigues, una cantante portuguesa de fado, soy muy fan de ella. También he estado escuchando a Dwight Yoakam durante esta semana, siempre me sorprenden lo buenas que son sus letras. 

Siempre has dicho que ser soltero y no tener hijos es como tu estado natural, dado que tu estilo de vida comporta muchas grabaciones, giras y viajes. ¿Alguna vez te has arrepentido de que el trabajo sea tu principal prioridad en la vida, o por el contrario crees que valía la pena porque es como un sueño hecho realidad?

Como decía Frank Sinatra, remordimientos, todos tenemos unos cuantos. Pero también te digo que muy pocos que pueda mencionar. Veo a la gente con sus familias y a veces me pregunto cómo habría sido mi vida, si hubiera tenido esposa e hijos y una vida diferente a esta. ¡Pero tengo al rock and roll y a la música, y mi familia son mi banda y mi público, y eso me encanta!

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