El sentimiento panamericano, la hermandad cultural entre los diferentes pueblos de la América Latina, está inmejorablemente encarnado en Rubén Blades y en Gaby Moreno. Él es para la salsa tan importante como lo fueron Bob Marley al reggae o Fela Kuti para el afrobeat. Un descomunal embajador del estilo, últimamente más interesado por el swing. Ella es una admirable asimiladora de estilos como el blues, jazz, soul, pero también de los sonidos fronterizos, boleros, joropos, calypso y tropicalismos.
Los conciertos de Rubén Blades suelen ser largos, a veces se acercan a las tres horas, pero son extraordinarias lecciones no solo de música sino también de vida. Auténticas clases magistrales sobre cómo encarar el arte y la existencia misma, que en su caso son la misma cosa. Suele abordarlos en compañía de la estupenda big band de Roberto Delgado (casi 20 músicos, con primacía de su potente sección de metal), y este Salswing Tour, que es un reconocimiento a los orígenes latinos del jazz y a las influencias mutuas entre el son, la música con clave afrocaribeña y el swing, en sintonía con el disco homónimo que publicó en 2021, no es una excepción. Un nuevo cruce de caminos en la inagotable travesía de un músico que, a sus 74 años, se resiste a decir adiós a los escenarios. Una suerte para todos nosotros.
La guatemalteca Gaby Moreno encarna como pocas artistas una idea global y panamericana de la música, que se alimenta de blues, jazz, soul o r’n’b, pero también de sonidos fronterizos, boleros, joropos, calypso, tropicalismo o canción de autor. Buena muestra de ello son el extraordinario ¡Spangled! (2019), un disco en el que, manejándose con soltura en inglés, castellano y portugués, y con la compañía del mítico arreglista y compositor Van Dyke Parks o del no menos mítico Jackson Browne, levantaba todo un monumento a la riqueza musical latinoamericana. O el más reciente Alegoría (2022), séptimo álbum de una carrera durante la que ha colaborado y girado con Tracy Chapman, Ani Difranco o Hugh Laurie, hermanando lo poético y lo popular.
En Noches del Botánico creemos que para disfrutar la cultura no hay edad, es por eso que al recinto podrán acceder todos los menores indistintamente de su edad. Estos deberán acceder con su correspondiente entrada y acompañados por su padre, madre o tutor legal.
Si la edad del menor es inferior a los 16 años deberá asistir siempre acompañado por su padre, madre o tutor legal.