Cuando las emociones se transmiten sin artificios ni grandes dispendios instrumentales, suelen llegar más hondo. Y cuando las buenas melodías se sostienen tan solo con dos o tres voces y sendas guitarras, la conexión también es más directa. Es la ley del menos es más. La misma que une a los noruegos Kings of Convenience y al australiano John Butler. El triunfo de la sencillez.
Los noruegos Erlend Øye y Eirik Glambek Bøe forman una de las parejas creativas más embriagadoras del pop europeo. No se prodigan mucho discográficamente: apenas cuatro álbumes en algo más de dos décadas, pero sus argumentos acústicos, entre la depuración folk y ocasionales apuntes de bossa nova, siempre bordean lo sublime y justifican la ansiosa espera de sus fans. Se les encuadró por una siempre cuestión generacional en la oleada de proyectos acústicos de principios de siglo (Turin Brakes, Sondre Lerche), pero fueron enriqueciendo su sonido de forma ligeramente perceptible, sin alterar su esencia, en cuatro trabajos sobresalientes: Desde Quiet Is The New Loud (2001) hasta Peace or Love (2021), pasando por Declaration of Dependence (2009) o Riot on an Empty Street (2004). En directo los dos músicos de Bergen se complementan a la perfección, y son siempre un derroche de sutileza, sensibilidad y vibraciones positivas.
John Butler es un músico australiano, nacido en EE.UU., que al frente de The John Butler Trio lleva más de dos décadas predicando las virtudes de un estilo que bebe del blues, de la música celta y hasta de los sonidos de los indios nativos, a través de siete discos (Sunrise Over The Sea, disco de oro en 2005, fue su confirmación) de hechuras tan austeras como sus orígenes: empezó como músico callejero en Fremantle (Australia), y ese compromiso con la esencia de su arte no ha cejado hasta hoy, siempre defendiendo también con franqueza sus valores políticos y éticos, abogando por la paz y el respeto al medio ambiente. En directo es un valor seguro, como lo acreditan los cinco álbumes en vivo que ya ha publicado.
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