De casta le viene al galgo. Y tanto Estrella como Kiki saben muy bien lo que es llevar sobre sus hombros el peso del enorme legado su padre, Enrique Morente, y hacerlo no como un lastre sino como un enorme estímulo para sus carreras. Nueve años les separan, pero tanto ella como él han mostrado de sobra que su visión del flamenco, de sus diferentes palos y afluentes, es genuina, propia, singular. Y tenerlos compartiendo escenario en la misma noche es un lujazo.
Estrella Morente lleva dos décadas seduciendo con su arte, convenciendo tanto a los más exigentes gurús del flamenco como a roqueros teóricamente tan alejados como Lenny Kravitz, a través de una discografía impoluta, trufada de discos a nombre propio y de participaciones en bandas sonoras de películas como Volver (2006) de Pedro Almodóvar o Chico y Rita (2010), de Fernando Trueba. Directora de la primera Cátedra de Flamencóloga del Mundo, ha publicado un último disco, Leo (2021), que consta de diez composiciones que van desde el tango al fandango de Huelva e incluso a una ranchera mexicana.
Kiki Morente es nueve años más joven, pero lleva ya una década estudiando a los maestros del género, asumiendo su tradición y también heredando el carácter estilísticamente desafiante del linaje de los Morente. El flamenco es para él un punto de partida, y no un fin en sí mismo, y por eso El cante (2021), su último trabajo funde bulerías, malagueñas, seguiriyas, alegrías y malagueñas con samplers y programaciones, en una estimulante fusión de lo orgánico y lo sintético.
En Noches del Botánico creemos que para disfrutar la cultura no hay edad, es por eso que al recinto podrán acceder todos los menores indistintamente de su edad. Estos deberán acceder con su correspondiente entrada y acompañados por su padre, madre o tutor legal.
Si la edad del menor es inferior a los 16 años deberá asistir siempre acompañado por su padre, madre o tutor legal.